Muchacha en la penumbra

En Muchacha en la penumbra el ejecutor se ha propuesto encarar el tipo del terror. Su proposición se nutre del estereotipo culto del trasto viviente -como corporación física ora fantasmal- que, actualizados en nuestro éter local, resulta real para un maestro propenso al desasosiego que sugiere, por ejemplo, la giramiento a la hechos de un difunto emergido de su barquinazo el plazo del celebración de su esposa, ora el difunto que en absolutones sabe que lo es mientras tanto es devorado por las ratas, ora el estafermo de un suicida que vaga en el galería de hospital… Edinson Castellanos deja conjeturar un elocución accesible y directo, sin mucha «trivio» a la luz. seguramente, de lecturas sesudas de Carver ora Bradbury. Queda. pues, avisar a los amantes de la trivio de aparecidos y muertos vivientes, la versión de saliente libro.